Más informes...

Jornadas

Programa Formativo Virtual "Conociendo sobre Sostenibilidad en el mundo de los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) y sus Residuos (RAEE)"

El Programa Formativo Virtual "Conociendo sobre Sostenibilidad en el mundo de los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) y sus Residuos (RAEE)" es una iniciativa desarrollada con el apoyo del Ministerio de Salud y el Programa de Residuos de Aparatos Electrónicos de América Latina (PREAL) con el objetivo de contribuir con el desarrollo de capacidades de diversos sectores para que adquieran conocimientos básicos sobre los impactos para el ambiente, la salud y la economía de las personas para la adquisición de los AEE y la gestión de RAEE.

Con esto se busca sensibilizar sobre la importancia y oportunidades que puede generar un consumo informado y un manejo ambientalmente racional de los RAEE, además de involucrar el involucramiento activo de las personas participantes en la cadena de gestión de Costa Rica. 

Este programa se desarrollará de forma gratuita entre marzo y julio del 2024, en las siguientes fechas:

  • Webinar 1 Introducción-: Miércoles 20 de marzo
  • Webinar 2 Los RAEE y AEE en CR-: Miércoles 24 de abril
  • Webinar 3 Riesgos por inadecuada gestión de RAEE-: Miércoles 8 de mayo
  • Webinar 4 Responsabilidad de la persona consumidora-: Miércoles 5 de junio
  • Webinar 5 Tendencias en la producción y consumo sostenible-: Miércoles 10 de julio

 

 

 

Presentación del Informe Hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento 2023

El 6 de diciembre del 2022 el Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic) de la Universidad de Costa Rica presentó la edición decimoséptima edición del Informe Anual Hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Jornadas de Investigación y Análisis “En el camino hacia las Redes 5G”

Durante las últimas tres décadas, las redes inalámbricas han experimentado importantes cambios, que han llevado a modificar “la manera en el que se transfería información y las personas se comunicaban” (Ortiz, 2019, párr.1). Estas transformaciones han permitido que las redes móviles se conviertan en una infraestructura vital que “permite las comunicaciones, la navegación en Internet, la descarga y subida de contenidos y el uso de aplicaciones online” (Castro-Obando, 2020, p.101), entre otros procesos.

Sin embargo, desde que se comenzó a hablar sobre las potencialidades que podrían llegar a ofrecer las redes 5G en materia de navegación, aplicaciones y nuevos servicios (Adoplh et. al, 2018), este tema ha captado la atención de operadores de telecomunicaciones, gobiernos, industrias y ciudadanía; quienes ven en esta nueva tecnología la posibilidad de innovar y dar un salto tecnológico revolucionario. Por tal motivo, la tecnología 5G es vista como una infraestructura clave para llevar a cabo las transformaciones prometidas por la Cuarta Revolución Industrial.

Estas tecnologías integran una serie de “sistemas, componentes y elementos conexos, que soportan capacidades superiores a las ofrecidas por los sistemas IMT-2000 (3G) e IMT-Avanzadas (4G)” (Adoplh et. al, 2018, p.3). Tal evolución genera una mejora en el volumen de datos que pueden ser procesados e incrementa la velocidad de navegación, reduciendo los tiempos de latencia, “es decir, el tiempo que lleva enviar un mensaje desde un dispositivo a la red y obtener la respuesta” (Ortiz, 2019, párr.3).

La importancia actual de las redes 5G se debe a que varias de las “innovaciones futuras basadas en la economía del dato, solo podrán ser implementadas si se da un despliegue efectivo de la infraestructura de la tecnología 5G” (Castro-Obando, 2020, p.101). Esto es particularmente evidente para el desarrollo de aplicaciones basadas en el Internet de las Cosas (IoT), los vehículos autónomos, la creación de programas de realidad virtual y aumentada, el manejo de dispositivos a distancia “como manos robóticas manejando bisturís” (Arreola-Rosales, 2019, párr.6) y la masificación de otras tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial (IA).

Si bien esta tecnología marcará un antes y un después en la conectividad, para aprovechar los beneficios y potencialidades que la misma promete se requiere de un conjunto de condiciones preparatorias que consideren aspectos a nivel legal, fomenten el acceso a recursos escasos (por ejemplo, a espectro radioeléctrico), promuevan inversiones en infraestructura de telecomunicaciones, introduzcan estándares de ciberseguridad y la eficiencia energética (Castro-Obando, 2020), entre otros aspectos. 

Paralelamente, el incremento en el número de aparatos que estarán conectados a la red implica que los mismos tendrán capacidades “para compartir información y actuar eficientemente en función de esos datos” (El País, 2021, párr.4), lo que complejiza la seguridad de las infraestructuras al volver los entornos digitales más complejos. Esto quiere decir que se amplía la cantidad de actores que hay que tomar en cuenta a la hora de gestionar la ciberseguridad y aunque la tecnología 5G ya integra “mejores protocolos de autenticación, generalización del cifrado de datos e incremento de la privacidad para el suscriptor” (Peña, 2023, párr.15), esto no significa que no haya riesgos. 

En ese sentido, este evento pretende potenciar el diálogo entorno a la situación de las redes 5G en Costa Rica y el mundo, a partir de un enfoque multidisciplinario y multisectorial que reflexione sobre las condiciones preparatorias, los impactos, desafíos y oportunidades que traerá esta generación tecnológica. 

Conversatorio Virtual “Experiencias y futuro de la educación universitaria después del Covid-19: casos Costa Rica-Colombia

Indudablemente la crisis decantada por el virus del Covid-19 trastocó las bases de nuestras sociedades durante los primeros dos años de la pandemia, ocasionando severas afectaciones a nivel sanitario, económico y social. Producto de ello, los gobiernos del mundo tuvieron que enfrentar un sinnúmero de desafíos que los cuales tuvieron que atender rápidamente y sin un precedente de referencia que sirviera de experiencia. En este contexto, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) fueron clave para que miles de organizaciones -públicas y privadas- pudieran continuar operando con relativa normalidad. 

Ante la situación de emergencia, se experimentó un proceso de transformación sin precedentes en el que la digitalización pasó a ocupar un lugar fundamental en nuestras vidas para dar lugar a espacios virtuales en el trabajo, la educación e, inclusive, la socialización humana. Esta eclosión tecnológica, estimulada en parte por las medidas de distanciamiento social que buscaban impedir la propagación del virus, también generó un “incremento en la demanda del tráfico que soportan las redes de telecomunicaciones y en los servicios de banda ancha” (Castro-Obando, 2020, p.9). 

Esto además de poner a prueba las capacidades de las infraestructuras digitales de los países, también reveló la persistencia de importantes diferencias en el acceso, uso y apropiación de las TIC de Estados, empresas, organizaciones y personas. Los sistemas educativos no escaparon de estas brechas, obligando al sector educativo a actuar y buscar soluciones sobre las barreras que impiden el aprovechamiento efectivo de las TIC por parte de las comunidades académicas.  

El desigual acceso a las tecnologías puso en entredicho a los sistemas educativos pues, si bien antes de la pandemia muchos de estos ya mostraban importantes deficiencias en el equipamiento y acceso a recursos pedagógicos destinados al desarrollo de habilidades de alfabetización digital, estas brechas se exacerbaron durante la pandemia. Esto evidenció que la mayoría de países no estaban preparados para transitar hacia modelos de educación mediada por tecnología, no sólo por la falta de competencias digitales de los docentes para desarrollar  contenidos y metodologías en entornos virtuales, sino también por las dificultades de las y los estudiantes para acceder y usarlas tecnologías (Morín, Silva & Estrada, 2020) y la falta de habilidades digitales, especialmente puestas en función del aprendizaje, por parte de estos.  

Todo esto ha llevado a una profunda reflexión sobre las oportunidades de mejora y las necesidades que tendrán los sistemas educativos en los años venideros. En el caso de la educación superior, la pandemia expuso la existencia de  

múltiples niveles de desigualdades que … incluyen el trato diferenciado que reciben los estudiantes según sus antecedentes, el acceso cerrado al conocimiento y a los resultados de investigación, la desigualdad en los patrones globales de colaboración en investigación y la falta de acceso a los requisitos básicos de la educación superior digitalizada, tales como dispositivos, acceso a Internet y electricidad (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, [UNESCO], 2022, párr.1).  

Posterior a la pandemia, muchos de los procesos educativos han regresado a la presencialidad. En ese sentido, es de esperar que en los años siguientes no ocurran grandes transformaciones en la manera como operan los sistemas educativos. Sin embargo, ello no significa que no se adopten algunas de las prácticas y mecanismos de digitalización en el largo plazo (UNESCO, 2022), pues las experiencias positivas abren oportunidades para innovar en la oferta y desarrollo de procesos de educación propios del siglo XXI.  

De ese modo, puede esperarse que en las próximas décadas aparezcan “más métodos de enseñanza diferentes al modelo clásico” (Fundación Telefónica, 2022, párr.1) y que estos se combinen con tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), realidad virtual (RV) y aumentada (RA) para generar nuevas tendencias educativas. Es así como podrían llegar a hacerse cada vez más común la educación en línea, a distancia e híbrida; así como la integración de herramientas como los asistentes virtuales de aula (para profesores y estudiantes), las aulas colaborativas1 y “apps y servicios innovadores de aprendizaje ubicuo y en línea” (Fundación Telefónica, 2022, párr.6), entre otras innovaciones.  

Ante esta realidad las instituciones de enseñanza superior deben orienten sus esfuerzos y recursos para “aprovechar la base del rápido cambio a la enseñanza y el aprendizaje en línea para estar mejor preparadas para garantizar un aprendizaje ininterrumpido” (UNESCO, 2022, párr.11). A su vez, deben reflexionar continuamente sobre los retos que imponen las tecnologías asociadas a la Cuarta Revolución Industrial y las transformaciones que esta ocasionará en diversos ámbitos de la vida, especialmente en materia educativa y a nivel de los mercados laborales.  

En línea con este deber se plantea el Conversatorio Virtual “Experiencias y futuro de la educación universitaria después del Covid-19: casos Costa Rica-Colombia”, cuyo fin principal es fomentar el intercambio de experiencias en la educación universitaria durante la pandemia a partir de los aciertos, desafíos y lecciones aprendidas que tuvieron la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad de Antioquia, Colombia (UDEA). Con esto, se busca contribuir a la reflexión conjunta sobre el futuro de las universidades latinoamericanas ante un contexto de alta digitalización y acelerada transformación digital.